martes, 12 de junio de 2007

Pijama de madera

"Acaba de llegar el ataúd con mi cuerpo, es de madera, bastante bonito, mas de lo que yo habría esperado. Siempre jugaba con que prefería una bolsa de basura en vez de un cajón, en realidad es cierto, pero supongo que esta parafernalia no es para mí, si no mas bien para aliviar el dolor de los que dejo. Aun así me alegra que sea un cajón de madera y no uno de esos que son forrados como en alfombra de oficina. Hay algo que me impresiona, la ventana del cajón está abierta (no se si se llama ventana), yo pensaba que mi rostro estaba desecho, que sangraban los ojos, la nariz, pero al parecer no es así. Me da cierto pudor mirarme, las personas comentan que parezco tranquilo. Es curioso este es el segundo velorio al que asisto desde que murió mi abuela cuando yo era aun un niño, no es que la gente de mi alrededor no se muera, es solo que esa vez cuando vi el cadáver de mi abuela, supe que ella no estaba ahí. Desde ese momento odié ver a los muertos, prefiero quedarme con el recuerdo de la persona y no con el recuerdo frío de un cuerpo. Aún así pienso que me quiero ver, simplemente curiosidad, no lo sé, quizás es parte del proceso de estar muerto y seguir aquí"