
"me bajé de la micro junto con él, lo seguí a su casa. Pasa por un puente de un canal de regadío, se detiene, se sienta en la orilla y yo temo lo peor. Sigue llorando, esta vez con toda sus ganas, simplemente observo sin intervenir. Respira profundo, seca sus lágrimas, se levanta y sigue su camino. Llega a su casa y en el encuentra a las que después conozco como su madre y hermana. Le preguntan "que le pasa" a lo que responde "nada". Actuar no es su fuerte, se nota que a llorado, se nota que está mal, pero lo intenta disimular. Se encierra en el baño y mientras tanto su familia pega la oreja a la puerta, todo el mundo teme que haga algo. Cuando lo intentó y fracasó prometió que no lo haría nuevamente, pero es difícil creerle, está fuera de sí. Está en el baño llorando y no sabe que hacer. Me meto en su cuerpo, pero me duele demasiado y salgo, entiendo demasiado bien lo que le pasa. Ha adelgazado 15 kilos en dos semanas, su traquea está inflamada de tanto llorar que le duele tragar alimentos. Se demasiado bien lo que siente, no quiere preocupar a nadie; no quiere ser el centro de atención. No está acostumbrado a mostrarse débil, pero realmente no sabe si pueda controlarse y cumplir la promesa. Es demasiado duro, realmente necesita morir, siempre se resistió a sentir, pero abrió la puerta una sola vez y hoy que se la cierran en la cara, ya es demasiado tarde para cuidarse. El amor nos hace vulnerable, el amor es perder el miedo, el amor es confiar en el otro, el amor es creer. Y hoy no sabe que creer. No es la misma persona de hace unos meses, pero está a años luz de lo que fue hace tan solo dos semanas. "pero me busco, me busco y no me encuentro". Su corazón y su mente luchan sin piedad; su corazón ama y su mente quiere. Entre tanto lucha por seguir siendo el mismo, pero la pena contamina su siquis y se pierde en rabia y odio. Sale del baño, llama a su doctor y le pide que por favor le de pastillas. Lleva dos semanas sin dormir..