" me siento bien, tenía razon. Cuando logro conntrolar el cuerpo de alguien, es porque está deprimido, supongo que sus defensas estan bajas, y de alguna forma lo que algunos hace mal a ellos les ayuda, no se.
He pasado harto tiempo en mi casa, veo tele y hasta aveces me gusta. Es super triste ver la casa sola, sin mí. Estriste ver ami vieja tomando once sola. Yo antes no pasaba mucho tiempo en mi casa, estaba casi todo el día donde mi polola. Ahora lo lamento, me habría gustado conocer mejor a mi madre. Esto es cliché; pero no es menos cierto. Antes me bloqueaba y no podía abrazarla, pero ahora daría lo que no tengo por hacerlo.
Para ella a sido muy duro lo que yo hice, creo que es la primera vez que lo asumo. Aun se viste de negro y a veces la sorprendo llorando. A veces vienen a verla personas de su iglesia, al principio esto me daba rabia, pensaba "que se creen, acaso me conocían", pero finalmente de algo han servido. Me culpan a mi y solo ami de mi acto. Creo que de alguna manera le quitan la culpa que siente. Yo se mejor que nadie que ella no tiene culpa alguna, que me bloqueé demasiado temprano para que observara algun cambio en mi conducta.
De alguna manera añoro que las personas que me quieren esten bien, que me perdonen por ser tan cobarde, por arrancar sin medir las consecuencias.
Antes de matarme escribí una carta que está en el computador de la casa, nadie la visto aún. En ella pedía perdón por no poder vivir para que ellos se sintieran bien, perdón por no vivir por ellos, explicaba que estaba cansado de caerme una y otra vez, que ya no tenía fuerza, que yo ya estaba trizado hace mucho tiempo y que romperme era el resultado lógico. Dije que muchas veces no lo había hecho por ellos, pero que ahora quería hacerlo por mi, descansar. ¡Que ironía!.
Hace un par de días hice lo lógico, me metí en el cuerpo de mi madre. Escalofríos, pena, amarga y contenida pena que brotaba a gotas de sus ojos, que en esos momentos eran mis ojos. Tocar su cara sentir su cuerpo y la herida que lleva. Fue muy difícil, muy doloroso. largas horas hasta que me dormí. Esa noche dormí, fue muy extraño, yo estaba en sus sueños y en ellos la abrazaba y pedía perdón.
Despertó a media noche y entonces, pude salir de su cuerpo. En la mañana estaba distinta, lloró mientras tomaba desayuno, pero en su rostro se dibujaba una sonrisa. Desafortunadamente me pude meter en ella muchas veces m´s..."